martes, 31 de mayo de 2011

Fotoperiodismo II: práctica 4

Ana Monterroso: por una de las calles de Montevideo

Montevideo en el siglo XX sufrió grandes cambios a nivel demográfico. Esto fue consecuencia de las oleadas de inmigrantes hasta 1930 y el movimiento interno de habitantes (del campo a la ciudad en busca de mejoras económicas). La capital de Uruguay se transformó en la ciudad con más densidad poblacional. Característica que mantiene hasta la actualidad.

Lo peculiar de las calles montevideanas son sus contrastes. De cuadra a cuadra se pueden ver los diferentes transeúntes, sus ropas, sus aspectos, su situación anímica. Los edificios altos de la cuadra se apropian del cielo. Los que están grises y abandonados siguen vigentes y firmes, así como los que fueron reconstruidos y ahora lucen modernos y prolijos. Las hojas secas bailan en la vereda y el sol encuentra su huequito entre las ramas de los árboles.

En Ana Monterroso todos los martes hay feria. En la mañana, los clientes asiduos (la mayoría adultos mayores) se acercan en busca del “surtido de frutas y verduras”. De un lado, llevan la correa con sus perros; del otro, sostienen el asa del carrito de las compras. Esto es parte primordial de la naturaleza de la feria.

Ubicada en el barrio Cordón, esta calle va desde Pablo de María hasta Boulevard Artigas. Por otra parte, su nombre se debe a la esposa de Juan Antonio Lavalleja, personaje histórico del Uruguay, militar y político nacional, jefe de los Treinta y Tres Orientales.


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